lunes, 10 de febrero de 2014

¿UNA NUEVA ETAPA PARA RUNNERS DE BARRIO?




Todos los comentarios que recibí en la primera entrada de este blog fueron muy amables y quiero daros de nuevo las gracias a todos. También quiero agradecer a los lectores que no dejaron ningún comentario, ni en el blog, ni en FB, que recorriesen conmigo Un pinar con vistas. Gracias, de verdad. Y si alguien evitó dejar un comentario menos agradable por no molestarme, me gustaría animarle a que no se corte en el futuro. Solo eliminaré los comentarios injustificados que puedan resultar ofensivos a otras personas.  
Barajaba varios temas para esta segunda entrada, pero el acontecimiento del sábado terminó por decidirme. ¿La declaración de la infanta imputada? No. La quedada promovida por Alberto para ‘revitalizar’ Runners de Barrio, mi club.
Haré un pequeño flash-back y me remontaré a febrero de 2010. Ese es el mes en el que oficiosamente se constituía el club. En las antiguas instalaciones del SEU, en el campus de la Universidad Complutense, se reunía un grupo de amigos con el ánimo de compartir entrenos, afán solidario y pedacitos de vida.
Ese mismo mes, a 30 kilómetros de allí, yo empezaba a correr. Mis hijas estaban en la escuela de atletismo de Valdemoro, y uno de los días que tenía que llevarlas al estadio decidí que yo también iba a empezar a hacer algo de ejercicio. Ese primer día creo que conseguí hacer unos 200 metros hasta que unos enanitos cabrones se subieron a mis gemelos y empezaron a acuchillármelos con saña. Es obvio que no me desanimé y dos semanas más tarde podía correr 30’ y eludir el ataque de los enanos. Entonces empecé a rodar con otros papás y mamás atletas. Mis hijas estaban 1 hora allí, 2 días a la semana y cuando yo bajaba con ellas dedicaba gran parte de esa hora a rodar por el cercano parque Bolitas del Airón.
Cuatro meses después corrí la Popular de Valdemoro, mi primer 10K. El único objetivo era acabarla sin sufrir demasiado. Todo el mundo me había comentado que el recorrido era duro y en el kilómetro 9 había una tapia del quince. Aún no sabía el efecto devastador que un número enganchado a la camiseta con cuatro imperdibles puede tener en la prudencia, y más en la de un novato, aunque éste roce la cincuentena. ¿Conservar fuerzas para esa tapia…? En fin, no he vuelto a darle tanta caña a mi corazón jamás. En poco más de 50’ cruzaba mi primera meta y me temo que no soy capaz de describir lo que sentí en ese momento. En estos cuatro años he cruzado otras cuantas, y aunque las emociones son básicamente las mismas en todas, el orden en el que llegan y la intensidad de cada una varían. Al final no hay dos cocktails iguales, porque tampoco hay dos carreras iguales.
Pasó un año hasta que me planteé correr mi primer medio maratón. En otro post hablaré más extensamente de Santi Caminero, personaje fundamental en mi socialización runneril. Gracias a él he conocido a un montón de buena gente y ese grupo no ha parado de crecer en estos años. Hoy nos quedaremos con que fue Santi quien me sugirió la carrera para mi debut en esta distancia: Almansa, 21 de mayo de 2011.  Allí conocí algunas de esas personas de las que hablaba antes: Almu, que también se estrenaba, Juanlu, Pepe, Andrés, Fernan…  pero hoy hablaré de uno muy especial: Alberto Álvarez.
Este señor, al que es difícil conocer y no querer, es uno de los tipos más generosos que conozco. Honesto y bueno como el de Machado. En ocasiones, tal vez, un poco ingenuo, pero esto nunca sé si va en el debe o en el haber, siempre me hago un lío.
Es co-fundador de Runners de Barrio, pero sobre todo es el alma y soporte fundamental del club. El único que a lo largo de estos años ha mantenido su compromiso con el grupo, dedicando su esfuerzo y su talento a mantener vivo el espíritu que les llevó a fundarlo hace 4 años. Muchos nos hemos unido a lo largo de este tiempo al club y otros lo han abandonado. Es la vida, es natural. Pero ninguno de nosotros se ha implicado de un modo parecido.  
Por eso cuando Alberto ha relajado un poco su dedicación, el club se ha resentido. Los RdB hemos seguido encontrándonos en quedadas y carreras. A veces localizamos a cierta distancia una camiseta blanca con el logo circular amarillo grande en la espalda o los logos de los 4 ‘patros’ del modelo 2012 y cuando llegamos a su altura descubrimos al compañero que la lleva, nos saludamos y quedamos para compartir las cervecitas del post.












Pero hemos dejado de convocar entrenos en el SEU los domingos o en El Retiro los martes y jueves y me temo que los que compartían tapas por La Latina también han dejado de hacerlo. ¿Eso es grave? Cada uno debe hacer su valoración. Desde luego yo no creo que sea vital.
Todos seguimos llevando nuestras camisetas de Runners de Barrio a las carreras. Yo no me planteo correr con otra y me siento tan identificado con el club como el primer día. Sin embargo es absurdo que nos sintamos obligados a mantener de manera forzada unos hábitos que ya parecen formar parte de la historia. Si dos o más personas quieren correr juntas un día en El Retiro o en La Maliciosa lo hacen y punto. Si quieren compartir abiertamente esa quedada, crean un evento en FB y listo. Disfrutamos compartiendo esos ratos de correr y parlotear, sigamos haciéndolo. Todos tenemos compromisos en nuestras vidas, unos nos satisfacen más que otros, pero todos tienen algún sentido, incluido el de pagar las facturas. Pero si la persona que más ha hecho por este club en sus 4 años de vida siente que está desatendiendo sus ‘deberes’, tal vez sea el momento de replantearnos el modelo y liberarle del compromiso, ¿no creéis?
Larga vida a Runners de Barrio 

sábado, 1 de febrero de 2014

UN PINAR CON VISTAS



Foto de Santi Caminero en enero de 2012
Llevaba tiempo pensando en abrir un blog y el domingo pasado, mientras trotaba por el pinar que hay entre Valdemoro y Seseña, decidí dejar de aplazarlo. Para quien no lo conozca se trata de un recorrido durito, sobre todo cuando está pesado. Me refiero al pinar, no a la génesis bloggera de la que aún no tengo una opinión clara. Sus continuas subidas y bajadas te acaban dejando baldaillo. Si completo todo el perímetro y evito los atajos, salen 18K. Cuando llueve lo suficiente puedes encontrar uno de los barros más cariñosos que conozco. Se pega a las zapatillas como una lapa, convirtiéndolas en plataformas dignas de una drag queen en el carnaval de Tenerife. Sin embargo es poco fogoso, es difícil que la historia acabe en revolcón. En función de la hora y la estación, podemos encontrar conejos, perdices, palomas y otros animalillos de los que matan los cazadores. Volviendo al suelo, el domingo estaba perfecto y solo me encontré al cariñoso en algunos tramos muy localizados.
Meta del II Trail del Serrucho
con el gran Alberto Barrantes

Hacía una semana del II Trail del Serrucho, carrera impecablemente organizada por el Alalpardo Running Team, donde tuvimos sobredosis de un barro bastante juguetón, así que no eché de menos que aquí estuviera todo un poco mas limpito.

En el kilómetro 6, al llegar al extremo sur de esta ruta, vemos uno de los paisajes paradigmáticos de la burbuja inmobiliaria española: la urbanización de Francisco Hernando, más conocido como Paco ‘el pocero’. Este ejemplar de 'empresario' español, maestro corruptor de políticos de cualquier color y nivel de administración, quiso construir 13.000 viviendas en mitad de un erial. Para eludir las críticas que cuestionaban la viabilidad del proyecto por la falta de agua (lo de cuestionar su legalidad quedaba para 4 ecologistas anti-sistema) llenó aquello de fuentes enormes, zonas verdes  y hasta un lago con embarcadero. ¿Acaso no se regaban en España campos de golf con agua trasvasada entre cuencas? Pues eso. Mientras Hernando esperaba su particular trasvase, compraba el agua necesaria para abastecer su urbanización a una empresa que a su vez se la robaba al Canal de Isabel II. Eran los tiempos del España va bien y todos estábamos más o menos encantados de vivir en un país tan próspero.  ¿Todos? No, todos no. Unos pocos amargadillos hablaban de burbujas y otras estupideces, pero en España siempre hemos sabido cómo tratar a los aguafiestas.
-¡¡PARAAAAAAA!!! (a pesar del volumen, esto es una voz interior, la mía en concreto. Mi voz interior, que siempre ha sido más prudente que la otra, está últimamente muy pesada intentando evitar que exprese opiniones que puedan molestar al personal. De vez en cuando consigo esquivarla, pero ella persiste. Supongo que es otro subproducto de La Modélica Transición Española, época en la que tuvo que alzarse por encima de mis hormonas y mi despiste adolescente para intentar traerme hasta aquí de una pieza. Bueno voy a cerrar ya este paréntesis e intentaré retomar el hilo)
    - Lo sabía. Al final acabas metiéndote en charcos aunque no los haya. ¿Cómo se titula este blog? Correr para contarlo. Habíamos quedado que esto iría de carreras, entrenos, quedadas, running social… Rollito integrador, tono amable... ¿Sabes cómo hacerlo tío? Pues hazlo.
     - Si tengo que evitar los charcos, ¿qué tiene de divertido escribir un blog? Yo lo que quiero es crear debate, polemizar… y pringarme. Hablando de política, de carreras o de lo que sea. 
     - En el kilómetro 10 esta ruta pasa por un bunker de la Guerra Civil. ¿Vas a publicar lo que piensas de la República, de Franco o del rey en el primer post?
Bunker de la Guerra Civil
      - No. En ese charco no me meto ni con snorkel.
      - Buen chico. ¿Seguimos?
Y ahí quedó la conversación con mi voz interior. Ella me llevó al
huerto una vez más, pero no es una rendición incondicional.
Me gusta correr. Y me gusta más cuando puedo hacerlo en entornos abiertos, libres y diversos. Procuro acercarme a ellos siempre con respeto.
Me gustaría que este blog también se convirtiera en un espacio abierto, libre y diverso en el que nos animemos a debatir con respeto. Yo de momento parece que soy incapaz de despistar a mi conciliadora voz interior, pero si lo consigo coincidiendo con algún arrebato de iluminación ideológica o de sublime cabreo anti-sistema y le toco las narices a alguien, desde ya os pido que me lo hagáis saber.
Por cierto, como al final esto tratará de entrenos y esas cosas y no os he contado demasiado del recorrido, os dejo el track del pinar con vistas. por si queréis conocerlo algún día.
Esto ha sido el primer post de mi primer blog. No era lo que había previsto, pero tal vez por eso mismo me gusta más. 
Poneos cómodos, estáis en vuestra casa. Por supuesto podéis entrar con las zapatillas manchadas, pero si tenéis sucio el espíritu, darle un manguerazo antes de entrar por favor.
3, 2, 1... ¡¡¡VUESTRO!!!