Ha pasado una semana de la Carrera Alto Sil.
El muro visto desde La Chañada |
He querido que las emociones
se reposaran un poco antes de escribir esta psico-crónica. No ha sido sencillo
digerir la frustración que sentí el domingo pasado, pero hay que relativizar las cosas
y asignarlas el valor real que tienen. El hecho de que mi retirada en Páramo
fuera una consecuencia, lógica y esperada, del estado en que mis cuádriceps
llegaron a la línea de salida no alivió mi decepción. Ahora es el momento de
que la razón cierre el balance de un ‘largo fin de semana’.
La cagué. Esto no es una opinión, es
un hecho. No pretendo flagelarme en la plaza pública para intentar redimir mi
error, ni quiero convocar con mis lamentos un coro de ánimos, pero necesito hacer
un ejercicio honesto de autocrítica para ver qué falló y por qué sucedió.
¿Podría haberla cagado mucho más si
hubiera intentado acabar la carrera? Seguro. Esto sí es una opinión, aquí puede
haber debate, pero yo estoy convencido de que en ese momento hice lo que debía.
Pero empecemos por el principio.
Yo no conozco de nada a estos tres, lo juro. |
A quién no me conozca, le conviene
saber para entender todo este desvarío que ésta es mi carrera favorita. Tampoco
conozco tantas como los otros tipos de la foto porque, a pesar de los 51 tacos
que cumpliré en un par de semanas, soy un gastazapas bastante novato - 4 años -
y como corremontes aún lo soy más. Mi primera carrera por montaña fue la MM de
Somosierra en octubre de 2011. En marzo de 2012 leí la doble crónica que Celso
y Alberto publicaron en el blog de RdB de su fin de semana en Alto Sil y supe
que yo también quería vivir esa experiencia algún día. Tenía un año para
ponerme las pilas y llegar a la primera posibilidad con ciertas garantías. No
era escenario para hacer el gañán.
Y en 2013 allí fuimos Bego, las
chicas y yo con la furgo. Bueno, y Celso, Alberto y Markos con Dido y Jennnifer.
Y allí conocí a Manu el tapiero y al Ciego Sabino y a otros corremontes de los
que había oído hablar y con los que el domingo por la mañana intercambiaba
risas y nervios. El año pasado también descubrí otra singularidad de esta
carrera tan especial. En cada edición Lolo, su organizador y alma máter, se
inventa alguna nueva putada que la hace un poco más dura y un poco más
interesante que el año anterior. El año pasado fue el Pico Negro. Cuando llevas
25K te encuentras una tapia que sube casi 400 metros en 1,3K. Una broma. La
nieve en buena parte del recorrido, el barro y el vadeo de ríos provocaron
sudor y risas en partes muy desiguales.
En el avituallamiento de La Collada, a
falta de 4 km. de cómoda bajada por el bosque, me ‘cazó’ Gaizka, el corredor
escoba. Por un momento pensé que estaba de coña cuando me pidió el chip. Había
dos puntos intermedios, Páramo y Primout, con tiempos de corte, pero no
imaginaba que a esas alturas de la prueba pudiera quedar ‘retirado’. Le di lo
que me pedía y en esos 4 kilómetros corriendo hasta meta, en los que fui desde la
sorpresa inicial a la alegría absoluta, reconozco que pasé por un momento de indignación
que se disipó en pocos minutos y no llegué a compartir con nadie. Si había algún
motivo para sentirme indignado, había miles para sentirme feliz, y además es
mucho más divertido correr cuando te sientes feliz, aunque estés descubriendo a
través del dolor músculos que ni sospechabas que tenías. En el final del bosque
me estaba esperando Bego, supongo que ya un poco preocupada porque llevaba 6
horas corriendo. Cuando crucé la línea de meta no pensé en Gaizka, ni en el
chip, ni chorradas parecidas. Me sentí mucho más orgulloso de mí mismo que
cuando terminé mi primer maratón. Estaba muy feliz y muuuuuy cansado. Paella,
besos y abrazos fueron un reconstituyente inmejorable. Antes de terminar la
paella decidí que volvería en 2014 y esperaría a Gaizka en meta.
Mi chip de 2013, el 314. Como 'pi', pero sin coma. |
15 de enero de 2014. 9:00 a.m. Estoy
en mi oficina, delante del ordenador, con dos ventanas abiertas en el Firefox:
youevent.com y carreraaltosil.com. Se acaban de abrir las inscripciones y sé
que en menos de una hora se habrán agotado los 400 dorsales. Las dos páginas
parecen caídas por la saturación (efectivamente lo estaban) Al final, a las
9:54 consigo inscribirme. Primer obstáculo superado. Ahora sólo queda seguir entrenando
para llegar en forma y hacer una carrera decente.
Pedriza, 1 de marzo. Running in the rain |
Analizando mi entrenamiento desde
ese día hasta el día de la carrera y comparándolo con el mismo periodo del año
anterior, he visto que ha disminuido el volumen de kilómetros y el número de
entrenos, pero han aumentado un poco los entrenos en montaña y su volumen
específico. Por resumirlo, menos cantidad y más calidad.
Equipazo RdB en el cross de Hortaleza |
El domingo subimos a La Maliciosa desde La Barranca.
La
nieve estaba durita y había que ir con cierto tiento. En la bajada pillamos
algunos tramos delicados y la tensión iba cargando aún más los cuadriceps. Al
llegar a la zona en la que se podía correr había mogollón de piedra y era
bastante técnica. Después, un par de kilómetros de rápida pista de bajada y por
último 1,5K en los que subimos poco más de 100 metros, pero estaba tan
machacado que tuve que hacer algunos tramos caminando. Quedaba menos de una
semana para llegar a Alto Sil y yo era incapaz de trotar en aquella cuestecilla
de mierda. Tranquilo. Seguro que un buen descanso te vuelve a dejar como nuevo.
Iniciando el descenso de La Maliciosa |
El martes quedamos en El Retiro para
soltar las patas. Ese era el objetivo para los 3: soltar las patas. Hicimos un
par de vueltas largas, como el jueves anterior, pero mucho más suave. Mis patas
empezaron siendo de corchopán y no se convirtieron en otra cosa.
El jueves fui a la Fisio para ver si
un masaje podía ayudar. A pesar de que no se aplicó como lo habría hecho de no
tener la carrera a sólo 60 horas, creo que salí más tocado de lo que entré.
Hielo por la noche y estiramientos. El viernes cada vez que me levantaba,
aprovechaba para estirar. Incluso estuve currando de pie a ratos para poder estirar.
Por la tarde cogimos la furgo y nos pusimos en carretera con idea de dormir en
Salentinos. Juanlu iba a correr el kilómetro vertical que subía desde allí al
Bóveda, salvando 800 metros de desnivel en 4 km. La organización había
comunicado que la nieve estaba muy dura y recomendaba el uso de crampones para
zapas y permitía, excepcionalmente, el uso de bastones. La verdad es que Juanlu
ya nos había demostrado otras veces que es capaz de hacer este tipo de dobletes
sin problema, pero llevaba tiempo sin pisar la montaña y él mismo tenía sus
dudas. Al final decidió no participar en el KV y me mandó un wassup, pero en
Salentinos no teníamos cobertura y no nos enteramos hasta mediodía al llegar a
Páramo.
El tema es que amanecimos en Salentinos, un día genial, despejado y
fresco al principio, aunque acabaría haciendo calor para la carrera. Bego y yo
subimos como un kilómetro más o menos, haciendo fotos a los participantes que
salían por parejas. Allí vimos por primera vez a una chica que nos dejaría con
la boca abierta todo el fin de semana: Leire Fernández, 16 añitos. Finalmente
sería la ganadora de esta carrera y haría 2ª el domingo. Se abre el debate
sobre la conveniencia o no de que una persona tan joven compita en este tipo de
pruebas, pero lo que no admite ninguna duda es que tiene una clase como la copa
de un pino y un futuro increíble por delante. Ojalá que lo disfrute y que
nosotros podamos verlo, aunque sea de lejos.
Salentinos, punto de salida del KV al Bóveda |
Súbida al Bóveda |
Después de que viéramos pasar a
todos los corredores, le dije a Bego que prefería bajar al pueblo y descansar
un poco. La verdad es que cada paso que daba bajando notaba la tensión en el
cuádriceps de la pierna de apoyo… ¡y estábamos caminando!
Al final, después de la entrega de
premios, comida ofrecida por los vecinos de Salentinos. En un pueblo precioso,
una gente guapísima y unas patatas con berza ¡¡¡ESPECTACULARES!!! También
estaban estupendos la empanada, el embutido, el queso, el vino… joder estoy
salivando al recordarlo. Y mientras comíamos, unas vacas pastaban en el prado que
se extendía a nuestros pies y algunas limpiaban a lametazos a terneros que
parecían tener pocas horas. Imagino que las vacas debían alucinar con un público tan numeroso y animado.
Después de un cafelito en el bar,
ponemos rumbo a Santa Cruz. El parking está prácticamente vacío y ponemos la
furgo en un bancal al fondo, por encima de la tienda del Ciego Sabino.
Nos
instalamos y dormitamos un rato hasta que llega Markos con su furgo. El resto
vendrán un poco más tarde. Recogemos el dorsal en el sitio nuevo, muy chulo.
Unas fotos, unas risas, llegan Juanlu y Mapi, más fotos más risas, llegan
Alberto y Jen… le damos un toque a Jan, pero él y Ruth ya han recogido sus
dorsales y se han vuelto al hotel. Vamos al briefing con Lolo y Gaizka. Parece
que la novedad este año está en el final y además de incorporar acebos a la
larga lista de especies autóctonas que la carrera nos muestra, tiene una
llegada en subida, desde el río hasta la plaza, que no dejará indiferente a
nadie ¿verdad Markos?
Leyendo al sol en el Hotel California de Santa Cruz |
Charlando con Gaizka después de apretarnos los spaguettis |
Domingo 16. Día D.
Me levanto a las 7:30. A pesar del
bizcocho tan rico que sé que hay en la plaza, decido desayunar tranquilamente
en la furgo. Intento estar tranquilo y no ponerme a pensar en nada que no sea
qué voy a ponerme o a llevar en la mochila de hidratación. Si suena la flauta y
las patas aguantan, tiene pinta de que voy a necesitar agua entre
avituallamientos. Pongo el dorsal en mi nueva camiseta del Culmen-RdB Mountain
Team. No se me ocurre un mejor sitio para estrenarla (después tampoco se me
ocurriría un resultado más lamentable para el primer día con ‘la negra’) La
mañana está fresca, el termómetro marca 1o.
Nos acercamos con Markos
a la plaza y por allí andan todos. Bego se va porque quiere subir a La Chañada
para ver la bajada por el cortafuegos y la subida del muro. Llaman para el
control de chips y la entrada al corralillo. Un año más tarde los nervios son
los mismos, las razones no. Pero como decían los romanos y el pirata de Asterix,
‘alea jacta est’. De nada sirve ahora pensar en qué carrera habría podido hacer
si estuviera como dios manda y no tuviera estas patas de corchopán.
A 40' de la salida, Markos sigue zampando |
Salida de 400 piraos to pa'rriba |
Llega la hora. Una cuenta atrás y… una
cuesta arriba. El público está espectacular. He salido con una chaqueta ligera,
casi un cortavientos con capucha. Me sobra después del primer kilómetro, pero
no quiero parar a quitármelo y aprovecho un tapón que nos obliga a caminar para
hacerlo y meterlo en la mochila. Despliego los bastones, que prácticamente
estoy estrenando en mi primera carrera con estos artilugios. Supongo que ayudan
a progresar en las subidas, sobre todo cuando vas justito. Llegamos arriba. Hemos
superado 420 metros de desnivel en 3K. 32’. Mis piernas no se quejan, pero esto
no ha hecho más que empezar, veamos qué tal va la bajada. Los primeros metros
son muy corribles y rápidos.
Bajando de La Chañada |
Ruth subiendo desde el río. Meta a 400m. |
Me cruzo con Ruth que sigue con su sonrisa de siempre. Esta chica es increíble. Al final conseguirá acabar en tiempo. Me imagino que su traumatólogo estará flipado con ella, y eso que no tiene idea real de lo que se metió el domingo entre pecho y espalda. Mi admiración absoluta.
Entrego el
chip al control y espero junto a otros 3 corredores a que llegue alguien que
nos llevará a Santa Cruz. Fantásticos los voluntarios de esta gran carrera.
Estoy triste y jodido, pero tengo claro que seguir habría sido estúpido. He
vivido una experiencia amarga porque tenía muchas ganas de disfrutar esta
carrera, pero estas lecciones no se olvidan.
Después de asearme
un poco y cambiarme, llamo a Bego para decirle que me he retirado. Ella está
con Mapi y Jennifer animando cerca del río, a unos 500 metros de meta. Se viene
a buscarme, y hacer de paso un poco de terapia. Volvemos juntos a la zona del
río y allí, entre fotos, aplausos y alaridos de ánimo a los nuestros cuando les
veo al otro lado, se me va quitando el mal rollo. Pasan Alberto, Markos,
Juanlu, Ruth… Nos quedamos hasta que pasa Gaizka pero me faltan Jorge y Jan. Éste
último no me extraña demasiado porque no le vi sobrado cuando pasó por Páramo,
pero lo de Jorge sí es raro. Me pasó cuando bajábamos a Páramo y cuando nos vimos
en el avituallamiento le vi genial. Al final supongo que se quedó demasiado
tiempo en los avituallamientos y le cazó Gaizka a falta de 4K. ¿Os suena?
Bueno, espero ver a Jorge muchas veces en el próximo año, pero sé que nos
veremos aquí el año próximo.
Ahora toca volver
a entrenar y seguir mejorando. Además
del maratón de Berlín en septiembre no tengo ningún otro compromiso de momento,
pero tengo claro que quiero invertir las proporciones de asfalto y Trail de
años anteriores.
Y por
supuesto Carrera Alto Sil y yo
tenemos una cita el 17 de marzo de 2015 (o antes)
Ole, ole y ole lo bien que escribes.
ResponderEliminarMañana comentó más que ya no se me sujetan los párpados.
Gracias monstruo.
EliminarGenial crónica Jorge, me has hecho reír varias veces.
ResponderEliminarEn cuanto a la carrera es una pena, la verdad (aunque tampoco es para darle demasiada importancia, al fin y al cabo es una carrera, y supongo te quedan centenas por correr aún), pero yo estoy convencido que con el tiempo conseguirás terminar pruebas como esa. Ahora te queda posiblemente endurecer esos músculos.
Ánimo, y suerte en la próxima.
Gracias Juan, me alegra especialmente que te haya hecho reír. Pretendo seguir evitando pasar por un gimnasio, pero tienes razón, necesito fortalecer las patas.
EliminarCoincido con el resto, genial entrada! sabes qué has conseguido? que a esta carrera a la que le tenía ganas, me inscriba el año que viene sí o sí! maloso! pero como castigo, tendrás que sufrirme por esas cuestas del diablo
ResponderEliminarGracias Celina. Compartiremos un fin de semana genial, cañas en el Changuita, la paella de la llegada, pero ni de coña pienso marcarme esta carrera a tu ritmo y no voy a consentir que tú te arrastres al mío. A ver si nos vemos pronto.
EliminarPues enhorabuena, Jorge, porque le pusiste cabeza y eso a veces, es muy difícil.
ResponderEliminarSiento muchísimo que no pudieses esperar a Gaizka en meta, pero a la tercera va al vencida y será una meta muy especial. A ver si el año que viene, puedo estar por allí para verlo.
Lo del gimnasio, aunque no te guste, no es ninguna tontería, se nota mucho y tus cuádriceps y rodillas, te lo agradecerán.
Un besote, campeón.
La que debería haber sido mi tercera entrada del blog, la que se quedó atascada, tenía que ver con tu primera frase. La naturaleza de nuestras motivaciones y las influencias 'sociales' en decisiones que deberían ser fruto de una reflexión mucho más personal. Bueno, ya me atasqué en la entrada, no quiero emborronar una respuesta.
EliminarGracias Almu, lo conseguiré, estoy seguro y además no me obsesiona en plan 'el gran reto' ni nada cómo eso, pero hay que darle un poco de épica a las crónicas, aunque sean las de un fracaso anunciado.
Lo del gimnasio lo tengo claro, pero me da mucha pereza encerrarme más rato del que ya paso encerrado. Te esperamos en Alto Sil en 2015 (o antes)
Pues mi Enhorabuena Jorge, aquí no se gana o pierde, se está o no se está, y esto es algo que tienes ganado, a cada paso que das mejoras, no lo dudes, y llega un momento en que lo consigues sin hacer nada extraordinario. A por ello!
ResponderEliminarGracias Celso. He visto progresión en los últimos meses y en gran parte se debe a esos entrenos compartidos con personas coni tú. Supongo que en la recta final me pudo el entusiasmo y comí más de lo que podía digerir.
EliminarGran crónica Jorge, se nota el cariño que le tienes a la carrera. No le des más vueltas, hiciste bien. Ya sé que es un topicazo pero a la tercera va a vencida. Un abrazo :)
ResponderEliminarGracias Suso, si que le tengo un cariño muy especial a esta carrera y es curioso porque es la unica en la que me han retirado por lento y también la única en la que me he retirado. No te quedaste muy pillado alguna vez de una chica preciosa del instituto que no sabía ni que existías? A mi no me pasó nunca, pero puede haber algo parecido.
EliminarYo creo que los exorcismos son buenos para la psicolimpieza. Respecto a lo demás, no soy quién para dar consejos pero la testarudez suele ser buena compañera para conseguir retos. Tiempo de sobra tienes para domar al corchopán.
ResponderEliminarEn un año te leo y el post será distinto. El contenido. El envoltorio, fantástico.
Un abrazo.
Gracias Santi, escribir puede ser un buen exorcismo. A mí me funciona, desde luego. Dentro de un año espero estar más fuerte que ahora, pero ahora estoy mås fuerte que hace un año y entonces terminé la carrera (aunque fuera de tiempo) Lo importante es que cada uno encontremos nuestro propio camino, nuestros propios retos.
EliminarCronicón Jorge. Y estas crónicas no son nada fáciles de afrontar ni de escribir.
ResponderEliminarComo escribe Santi domarás 'el corchopán' al nivel óptimo necesario para acabar con garantías la próxima Carrera Alto Sil 2015.
....eso si no lo hacemos antes organizando un Friends Training Camp en Santa Cruz del Sil con acampada libre (si nos autorizan)
Si puede ser antes de fin de 2014 sería la hostia y en 2015 la rematamos, de nuevo, con dorsal.
¡Abrazote apañero!
Alberto 'RunnerChef'
Es la tercera vez que escribo esta respuesta, si le doy a publicar y en vez de publicarse vuelve a desaparecer, quemo el pc. Gracias Alberto, me alegro de que hayas pillado la invitación. Habrá que gestionarlo adecuadamente para que no se quede en idea loca y pase a la categoría de experiencia genial.
ResponderEliminarEscribir esta crónica no sólo me ha ayudado a entender qué pasó y por qué, me ha permitido al releerla reírme del dramatismo que le pongo a veces a las cosas. Pero la guinda-sorpresa es que, con la ayuda de algunos de vuestros comentarios, parece que se ha abierto una pequeña brecha en el muro que bloqueaba la que debería haber sido la 3ª entrada de este blog. Si encuentro el rato y el ánimo para coger de nuevo la piqueta, tal vez sea capaz de escribirla. Sería la hostia si además consiguiera que entendierais lo que quiero decir y lo encontraseis tan interesante como yo. Pero eso tal vez sea poner de acuerdo a demasiados planetas para hacer una fila.
¿Mañana vamos al monte?
Ansioso quedo con el tema de esa entrada que quedó "bloqueada"...
EliminarMis quehaceres laborales (extra-laborales) no me van a dejar ir al monte este finde y, la verdad, mirando ahora por la ventana.... ¡cuánto me alegro! Está el día más para hacer piragüismo que otra cosa...
Otro tema... para mañana es tarde... ya lo entenderás cuando entres a tu Feisbul.... ;-))